“Muy pronto Garcilaso entra al servicio del rey y empieza su carrera como militar. En 1520 es nombrado contino de la guardia real. La corte del rey Carlos es, sobre todo entonces, un reflejo de la corte borgoñona tal como nos la pinta Huizinga en El Otoño de la Edad Media. Es el mundo de Carlos el Temerario, que tiene mucho de novela de caballerías, y que perdura a través del emperador que lleva el mismo nombre de su abuelo. Carlos siente predilección especial por la orden del Toisón de Oro o por el curioso libro caballeresco, Le chevalier délibéré de Olivier de la Marche, que tradujo el emperador y versificó Hernando de Acuña, y al que puso un epigrama laudatorio un hijo de Garcilaso.
La cultura franco-borgoñona es un mundo de símbolos en el que podemos encontrar, por ejemplo, vestidos exageradísimos, con zapatos de largas puntas, sombreros puntiagudos, mangas infladas en forma de globo y excesos de telas por todas partes. Son símbolos de una riqueza necesaria para gobernar y van ligados a las fiestas suntuosas y los banquetes y a la opulencia de la zona norte de Europa, enormemente densa en población. [...]
Cuando el rey Carlos y sus caballeros borgoñones llegan a España en 1517 ese mundo lleno se enfrenta al mundo vacío de la meseta española. Al mismo tiempo ese mundo medieval se ve obligado a juntarse y fundirse en el humanismo y las nuevas corrientes culturales en extrañas simbiosis. Emblemáticos de esa unión, a veces grotesca, son humanistas cortesanos como Álvar Gómez de Ciudad Real, que escribe para el emperador en hexámetros virgilianos nada menos que la historia del Toisón
de Oro, De militia Principis Burgundi quam uelleris aurei wocant (1519), con un poema prologal del mismísimo Erasmo. En ese libro el medievalismo del Toisón se reviste de saberes clássicos y lleva la sanción del erasmismo. Es el equivalente, a otro nivel, del retrato ecuestre del emperador Carlos que pintó Tiziano y que se encuentra en el Museo del Prado. [...] se trata de una réplica de la estatua ecuestre del emperador estoico Marco Aurelio, pero al mismo tiempo, Carlos I lleva el collar de la orden del Toisón y es el representante de una orden de caballería medieval. Humanismo y medievalismo se conjugan en esa difícil armonía en la que se iniciará políticamente Garcilaso. [...]”. En 1477, cuando contrae matrimonio María de Borgoña, la hija de Carlos el Temerario, con Maximiliano de Austria, el Condado de Flandes quedó bajo el dominio de los Habsburgo. Hacía esa misma época, los duques de Borgoña se aliaron con los reinos de Castilla y de Aragón contra Francia. Veinte años después, Margarita de Austria, hija del emperador Maximiliano, se casa con el príncipe heredero de las coronas de España, Juan de Aragón, y Felipe el Hermoso, primogénito del emperador, con la infanta Juana.
Los Países Bajos, oficialmente unidos bajo el título de ducado de Borgoña eran en realidad un conjunto de Estados muy diversos con vínculos muy laxos entre sí, aunque en general se reconocía su unidad como el “País de Aquende” (le Pays de Deçà), por oposición al “País de Allende”, o sea la Borgoña incorporada a Francia después de 1477 con capitalidad en Dijon, insistente e inútilmente reclamada por Carlos V a Francisco I, hasta la definitiva renuncia del Emperador por el tratado de Cambrai (1529).
Carlos V nació en el castillo Prinsenhof de Gante, residencia de los condes de Flandes; hijo de Felipe el Hermoso (nacido en Brujas el 23 de junio de 1478), y de Juana, hija mayor de los Reyes Católicos, que contrajeron matrimonio en Lille en 1496. Su lengua materna fue el francés, aunque habló el español con fluidez, pero nunca consiguió aprender el alemán.
Se le bautizó con el nombre de Carlos en honor a su bisabuelo, Carlos el Temerario, y en su infancia y adolescencia fue educado en el culto de sus ancestros que soñaron con construir, entre Francia y los países germanos, una nación con cultura propia. A principios del XVI, solo quedaban del proyecto un conjunto de territorios, el condado de Flandes y el Franco Condado, aislados desde que en 1477 Luis XI se apoderó del ducado de Borgoña.
Carlos recibió también de su abuela paterna otro territorio, el Franco Condado, junto con sus dependencias, concretamente el condado de Charolais, un territorio hundido en el interior de Francia. A final, Carlos desligó al Franco Condado de sus vínculos con el círculo imperial de Borgoña y transfirió la soberanía del territorio a Felipe II, quedando incorporado de modo permanente a la Monarquía Hispánica.
Juana y Felipe tuvieron seis hijos: Leonor (1498-1558), nacida y criada en los Países Bajos hasta 1517, casada en 1519 con el rey Manuel de Portugal, y tras la muerte de éste con Francisco I, en 1530; Carlos I de España y V de Alemania; Fernando (1503-1564), nacido y educado en España; Isabel (1501-1525), casada con el rey Cristián de Dinamarca; María (1505-1558), casada en 1515 con Luis II, rey de Bohemia y de Hungría, que gobernó los Países Bajos en 1531; Catalina (1507-1578), recluida con su madre hasta 1525 y luego casada con el rey Juan III de Portugal.
lunes, 24 de noviembre de 2008
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