martes, 18 de mayo de 2010

Eduard Munch


Tormento e inconformismo
El objeto de estudio del trabajo es el Grito, cuadro pintado por Eduard Munch en 1893 y que se encuadra dentro de su obra capital “el Friso de la Vida”.
El objetivo que se pretende alcanzar, es responder qué es lo que Munch trató de reflejar en su cuadro a través del rostro angustioso de la persona que grita.
Es decir, si se trata del reflejo de la angustia personal del pintor o si el grito pudiese también esconder una crítica a la nueva forma de organización socioeconómica de la época. En definitiva si Munch grita también contra las injusticias sociales y a las desigualdades económicas que acompañaron a la Revolución industrial.

Para desarrollar esta posibilidad voy a basarme en 3 hechos fundamentales:

· La influencia que tuvo para Munch el movimiento bohemio de Cristiania
· La situación social que se vivía en el momento y lugar en el que se pintó el cuadro
· Las características del propio arte expresionista
Influencia de Cristiania
Cristiania (la actual Oslo) se consideraba la cuna del movimiento Bohemio noruego. Munch se trasladó allí a la edad de tres años y desarrollo todos sus inicios como artista rodeado de esta atmósfera e influenciado por pintores como Christian Krogh, uno de los máximo exponentes del movimiento Bohemio.

Los bohemios de Cristiania dirigían sus trabajos y sus provocaciones contra la falsa complacencia y contra la estrechez de principios morales y éticos. Consideraban que el sistema estaba envuelto en contradicciones.
No compartían la forma de organizarse de la sociedad y por ello vivían en un clima de represión.
La novela “Un Bohemio de Cristiania” escrita por Hans Jaeger fue confiscada inmediatamente después de su aparición en1985 y el propio Munch vio como sus cuadros causaban escándalo en la exposición de Oslo en 1886, o como en 1892 el público y la prensa berlinesa reaccionaron indignados ante sus pinturas, lo que obligo a clausurar la exposición siete días después de su inauguración.
Munch no fue ajeno a este movimiento de protesta como pone de manifiesto el escritor Josef Paul Hodin en su libro “Eduard Munch-el genio del Norte”.
Hodin escribe en este libro:


“La Bohemia de Cristiania era el portavoz de la protesta individual contra la hipocresía de una falsa moral.
Esta Bohemia, en la que se incluía Munch, luchaba por el ideal de una sociedad honesta y vigorosa y defendían la liberación social sometiendo para ello los valores recibidos a una critica despiadada. En ningún otro lugar se estaba luchando en pro de las nuevas ideas con tanta vehemencia como en la fosilizada Cristianía de los años ochenta”
Munch estaba por tanto dentro de esta corriente reivindicativa y hacia finales de los 1890 tenía proyectado un ciclo de cuadros con el tema de la vida Bohemia.
Me parece interesante detenernos en otra de sus obras para reflejar la posición de Munch con respecto a la clase burguesa, clase social que representaba la piedra angular de la sociedad industrial.

Matisse


























‘Matisse como Grabador’ distendidamente presenta la cronología de la carrera de Matisse, desde el más temprano grabado del artista en 1900 hasta el último en 1951. La muestra incluye ejemplos de cada técnica de grabado utilizada por Matisse –aguafuertes, monotipos, litografías, grabados en lino, aguatintas, grabados en madera y grabados en color-. Casi todos los grabados envuelven la imaginería del artista, mostrando el desarrollo de una pose reclinada o asentada, la integración de modelos en interiores, el estudio de las expresiones faciales, y la transformación de un concepto concreto en una representación de algo más abstracto. Los libros ilustrados como Poésies de Stéphane Mallarmé (c. 1932), Pasiphaë (1944), y Jazz (1947), demuestran las brillantes innovaciones de Matisse en la representación de una imaginería serial. La amplia experimentación del artista con el grabado en color está representada con 3 impresiones de la aguatinta coloreada Marie-Jose en robe jaune (1950) y el grabado titulado La Dance (1935), los cuales capturan la composición de su primera versión del mural para Albert Barnes.
La muestra comprende 63 grabados de la colección de la Fundación Matisse de Pierre y Tana, con obras de arte legadas por el mismo Henri Matisse a su hijo menor Pierre (1900-1989), un marchante eminente del arte moderno. Estos grabados se complementan con una selección de trabajos de la renombrada Colección Cone del BMA, creada por las hermanas de Baltimore Claribel y Etta Cone. Adicionalmente, muchas de las últimas impresiones en la muestra son del reciente regalo realizado por la Fundación Matisse de Pierre y Tana al BMA, y serán exhibidas por primera vez. Todo eso hace de ‘Matisse como Grabador’ la más importante muestra del artista en toda Norteamérica. Estos trabajos raramente son presentados al público debido a su sensibilidad a la luz.

Picasso








Los poemas en prosa de Picasso se traducen por primera vez al español

Deconocidos hasta finales de los ochenta, los poemas en prosa de Pablo Picasso certifican la plural y sublime genialidad artística de su autor. «Me dicen que escribes. Te creo capaz de cualquier cosa. Si un día me dijeran que has oficiado una misa, también me lo creería.» Con estas palabras se dirigió su madre a Picasso cuando conoció su faceta como escritor.


Y es que la genialidad artística del pintor malagueño no encontraba límites. Sus poemas, poco conocidos hasta su aparición en Francia en 1989, son una buena prueba de ello. Los poemas reunidos en este libro recuerdan mucho a sus cuadros: la sorprendente diversidad que caracteriza a su obra plástica también está presente en sus textos, que se nos ofrecen al más puro estilo del collage picassiano, y que adquieren una brillante y poética dimensión visual.
No desfallece el genio ante ciertos tráfagos vitales, sólo que, en ocasiones, sortea las dificultades trocando el instrumento. Corre el año 1935 y Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973), en un momento de crisis artística y personal en el que confiesa incluso estar dispuesto “a dejar la pintura”, abandona temporalmente el pincel y empuña la pluma. Comienza entonces a componer sus inclasificables poemas experimentales trufados de juegos de palabras, cabriolas fonéticas, elementos diversos –palabras, números, notas musicales–, y constantes alusiones a España, su cultura popular y la guerra civil